COLUMBIA, Carolina del Sur – El senador John Edwards ganó su propio estado mientras que John Kerry se llevó cinco en las primarias demócratas del 3 de febrero. El general retirado Wesley Clark ganó en Oklahoma y el senador por Connecticut Joseph Lieberman dejó la contienda. Sin embargo, el mensaje fue claro: Derrocar a Bush en noviembre.
Kerry, senador por Massachusetts, está adelantado al ganar en Arizona, Delaware, Missouri, Nuevo Méjico, y Dakota del Norte, después de sus victorias anteriores en Iowa y New Hampshire.
Estas fueron los primeros votos en el sur, que Bush considera su base. Estas fueron también las primeras primarias donde el voto afronorteamericano y el latino fueron cruciales.
Edwards, hijo de un obrero en textil, recibió 45 por ciento de voto, Kerry obtuvo 30,2 y el reverendo Al Sharpton, 9,6.
Edwards, un abogado que ganó demandas de millones de dólares contra las corporaciones gigantes, seguía criticando a Bush por destruir millones de empleos para enriquecer una elite de pocos. Él también capturó los más votos negros, enfatizando su récord de oponerse al racismo en Carolina del Norte.
Donna DeWitt, presidente de la AFL-CIO de Carolina del Sur, le dijo a Nuestro Mundo, “El comercio es un gran tema aquí. Tenemos tanta plantas cerrando, tantas pérdidas de empleo”. Ella apuntó que en mucho condados rurales el desempleo está a más de 10 por ciento.
“La guerra también es importante”, agregó, “Carolina del Sur es como el resto del país reflejando esos problemas. Tenemos a Kerry que dijo que se opondría al ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas). Vamos asegurarnos de eso”.
DeWitt alabó a los debates televisados. “Los problemas básicos que jamas hubieran salido al público se discutieron. El reverendo Al Sharpton y Dennis Kucinich hicieron un buen trabajo sacándolos al público. Estas primarias tempranas le han verdaderamente dado energía a la base demócrata”.
La base de votantes blancos del sur, ella dijo, se pueden ganar a la causa anti Bush. “Mucha gente que votaron por Bush están parando para tomar otro vistazo”, ella dijo. “Comerciantes pequeños están luchando para sobrevivir. Ahora Powell dice que no hubieron armas de destrucción masiva. Esto puede ser desastroso para Bush”.
Para ganarnos el voto blanco del sur, agregó, “uno tiene que tener una coalición que lucha para algo que beneficie a todos los miembros de la coalición”.
Solo 18 por ciento de los votantes afronorteamericanos le dieron su voto a Sharpton, el único candidato negro que queda. Lee Bandy, comentador político para el diario de Colombia, The State, escribió que los votantes negros “estaban tan enfocados como cualquier otro en encontrar el candidato que pueda derrocar a Bush. La raza parece que que no fue un factor en su selección”.
Ese sentimiento fue evidente en las calles de esta ciudad. En el Colegio Benedict, un instituto educativo de artes liberales donde predominan los afronorteamericanos, los estudiantes unánimemente vocearon su coraje contra la política Bush-Cheney. “Bush empezó la guerra y no fue necesario”, dijo Burton Thompson, estudiante de primer año que va a votar por primera vez en noviembre. “Hay formas pacíficas de resolver los problemas. Yo voy a votar para sacar a Bush”, él dijo.
Afuera de las oficinas de campaña de Kerry, el ex senador estatal de Georgia, Max Cleland, está rodeado por admiradores. Cleland, un veterano de la guerra en Vietnam que perdió sus piernas y un brazo, fue derrocado por los republicanos que usaron anuncios descarados en el 2002. Cleland, encabeza un grupo de veteranos que apoyan a Kerry, que también es un veterano y era líder del grupo Veteranos de Vietnam Contra la Guerra.
Cleland dijo que veteranos de 29 estados salieron para hacer campaña por Kerry. Cleland dijo que Bush metió al país en una guerra “y ahora está eliminando a siete hospitales de la Administración de Veteranos (AV). Él le está diciendo a 300.000 veteranos que no llamen a la AV porque no hay dinero. Eso es un mal trato. Es tiempo que se vaya”.
Siete estados dicen - ‘Cualquiera menos Bush’