DALLAS - Ese grito colectivo de alivio fuerte y temblante que se escuchó el 29 de junio fue él de la población entera de Texas suspirando su alivio porque la legislatura había terminado por ahora su régimen de terror y por fin se fue a la casa. En Texas hemos llegado al punto de temer cada dos años por nuestras vidas cuando comienzan los ideólogos de Austin su campaña bianual de tierra arrasada contra los estatutos y la decencia común.
Muchas de las atrocidades cometidas contra los derechos humanos en Wisconsin y en otros estados aquí no estaban en la agenda porque los trabajadores tejanos ya habían perdido esos derechos desde hace décadas. Texas fue probablemente el primer estado a establecer leyes antisindicales "derecho a trabajar" ("right to work") pro-esquiroles en 1947, y nuestros empleados públicos, a diferencia de los de Wisconsin, jamás han tendido derechos a la negociación colectiva que perder. Pero en vez de eso los legisladores buscaban impedir los derechos sindicales de otras maneras: atentando contra la democracia, asaltando a los derechos de los latinos en un intento de ponerse "más Arizona que Arizona," tratando de humillar y torturar a las mujeres con embarazos no deseados, y dedicándose a la tarea de destripar a la educación pública y a las esperanzas por una vida mejor.
Y en este último, lograban su éxito. A fin de cuentas, gozaban los republicanos ultraderechistas de una mayoría aplastante en el Senado estatal y una mayoría aun mayor de dos tercios en la Cámara Baja. Aunque los voceros republicanos habían proclamado que con su presupuesto hasta se iba aumentar los gastos para la educación, también se galardonaban por haber recortado cuatro mil millones de dólares. Y cuando propuso la Representante demócrata Donna Howard una manera de mantener dos mil millones de dólares en el presupuesto escolar, su propuesta fue aplastada. Añadiendo insulto a la injuria, guardaban aproximadamente seis mil millones en su fondo de reserva "para días de lluvia" mientras se les ahogaban a los niños escolares tejanos.
Vino otra victoria notable para los legisladores antitrabajadores en su doble ataque a la democracia.Todavía enfrentan retos legales sus esfuerzos por redefinir los distritos electorales antes de ser puestos en efecto, pero fue aprobado por fin en 2011su intento de imponer requisitos de identificación a los votantes y a restringir la votación con otros requisitos extra, luego de haber fallado esta medida hace dos años.
La peor de las muchas propuestas antitrabajadoras fue la propuesta "decepción en los cheques de pago" del representante Tan Parker, que hubiera dejado en bancarrota a cualquier actividad política y de abogacía de los trabajadores sindicalizados. Fue derrotada gracias a esfuerzos heroicos liderados por la AFL-CIO de Texas. Su Comisión Legislativa Sindical Unida hizo reunir las fuerzas de todos los sindicatos afiliados y no afiliados. Cada mañana decidían su estrategia y cabildeaban cada día de las sesiones regulares y especiales. Su Director Sindical Legislativo, René Luna, escribió que "Es larga la lista de malas propuestas que hemos matado".
Sufrían mucho las mujeres de Texas. Los ideólogos les impondrán aun más torturas masculinas a las mujeres. Declaró el gobernador Perry que su propuesta de ley que obliga a las mujeres embarazadas a ver un sonograma antes de poder obtener un aborto constituía un "asunto de emergencia". Llegó el asalto contra los derechos al aborto hasta recortes a la planificación familiar.
Otro de los "asuntos de emergencia" prioritarios de Perry hubiera prohibido "ciudades de santuario" en donde, por la decisión de sus habitantes, a la policía no se les permite preguntar sobre el estatus migratorio de uno. Se movilizaban a miles en múltiples manifestaciones de oposición. Por fin se derrumbó en fracaso la propuesta, quizás de puro agotamiento.
El último esfuerzo, muy cerca del corazón de los militantes del "tea party," les hubiera criminalizado a los trabajadores encargados de revisar a los pasajeros de avión. La propuesta de ley "antimanoseos" recibió más que su merecida publicidad y por fin fue abandonada a fines de la sesión especial.
Terminó el Senado su lista y se fue de Austin sin siquiera esperar las acciones de la Cámara Baja, y los Representantes por fin tiraron la toalla también. El gobernador Perry no participaba en este fiasco porque estaba en California tratando de fortalecer apoyo para su precandidatura presidencial. Lo claro es que este desastre que es la legislación tejana ya queda apuntada como bazuca contra el resto de los EEUU.
Pero el Director Legislativo de la AFL-CIO terminó su sumario con la pregunta más apta que pudiera haber ofrecido: "Están con nosotros en el 2012?"
Foto: Texas AFL-CIO facebook