Editorial
Recientemente se anunció que la Oficina del Inspector General del departamento de Seguridad Interna (departamento que incluye los agentes de Inmigración y Aduanas o ICE) van a empezar una investigación sobre las redadas y arrestos de indocumentados en la fábrica Michael Bianco, Inc. en New Bedford, Massachusetts. De las 500 personas, en su gran mayoría mujeres, que trabajaban ahí, 361 fueron detenidas por ICE.
En esos arrestos los agentes de ICE dejaron a muchas familias separadas. Niños se quedaron en casas de quienes los cuidaban o esperando solos a que sus padres llegaran del trabajo. Madres de hijos pequeños fueron de inmediato enviadas a Tejas y otros estados lejanos sin poder comunicarse con sus familias, iglesias o ayuda legal. Muchos de los arrestados duraron meses antes de poder regresar a sus familias.
Los arrestos crearon una crisis para la ciudad de New Bedford que motivó ira entre muchos. Oficiales públicos, incluyendo los dos senadores federales y el gobernador de Massachusetts, visitaron a New Bedford y hablaron con los que fueron arrestados. Estos oficiales enviaron cartas de protesta a los encargados de ICE.
Se descubre que ICE no tenía ningún tipo de guía de que deben hacer para la protección de los niños durante una redada. ICE no tenía ningunas reglas para nada.
Ahora viene la investigación. Los que van a investigar son del mismo gobierno siendo investigado, que durante el último año nada hicieron.
Nuestro Mundo no cree que nada vendrá de esta investigación. Quizás, por sentirse presionado, la Oficina del Inspector General emita unas declaraciones de como arrestar, deportar y separar familias de una manera más “humana”. Nada de esto será, en realidad, una muestra de humanidad.
No necesitamos investigaciones. Lo que necesitamos es una reforma migratoria radical justa que permita la reunificación de familias separadas por las necesidades. Necesitamos, no un plan de “ganarse” el derecho de estar en EEUU, sino una amnistía para los indocumentados. Estos inmigrantes ya han pagado con salarios bajos, pagando impuestos, pagando por beneficios que nunca usaron. Ya han contribuido.
Pero una reforma no vendrá por si sola. Tenemos que seguir luchando. Tenemos que presionar a los políticos, no importa de cual partido, a que promulguen la reforma.
Tenemos que estar en las calles y en las urnas, empezando primero con sacar del poder a los políticos más antiinmigrantes.
Una verdadera reforma – No una investigación