Uniones laborales empiezan movilizar para elecciones

Ya que terminó la temporada de las elecciones primarias, el movimiento sindical no perdió ningún tiempo en entrar en la contienda electoral.

Se espera que muy pronto la AFL-CIO, con sus 10 millones de integrantes, ofrecerá su apoyo a Barack Obama, presunto candidato presidencial demócrata. Ya lo apoya la federación “Cambiar para Ganar”.

Uno de los primeros disparos en la batalla esperada de la AFL-CIO por elegir a Obama fue el 5 de junio por los Trabajadores de Comunicaciones de Norteamérica (CWA, por sus siglas en inglés). El concilio ejecutivo de la unión laboral votó a favor de recomendar a su convención, que se celebra el 23 de junio, apoyar oficialmente a Obama.

Larry Cohen, presidente de la CWA y superdelegado a la Convención Demócrata ya lo apoya. Su sindicato no se había comprometido en ninguna de las elecciones primarias porque se encontraban sus integrantes divididos mitad y mitad entre Obama y Hillary Clinton, y anteriormente, también al senador John Edwards. Resulta clave su decisión de apoyo para decidir el apoyo de la máxima federación nacional laboral a Obama, ya que la CWA queda entre los últimos grandes sindicatos que todavía no han apoyado a ningún candidato. Para que reciba un candidato determinado el apoyo oficial de la AFL-CIO, hace falta el acuerdo de sindicatos que representen a los dos tercios de la membresía total, y la CWA lo puede llevar mucho más cerca de ese total.

Explicó Cohen que una razón por la qué se ha tardado la federación laboral en ofrecer su apoyo es que necesitan tiempo las uniones pro Clinton, más notablemente la Federación de Empleados de Estados, Condados y Municipios (AFSCME por sus siglas en inglés) “para darse cuenta de que ya perdió su favorita”.

Una vez que la AFL-CIO apoye oficialmente a Obama, se espera que se va a desplegar gran número de activos a la campaña electoral. Ya hay un presupuesto de $54,3 millones para su propia campaña de movilización electoral, y según el presidente de su comisión política, el presidente de la AFSCME, Gerald McEntee, se pueden gastar hasta $60 millones en el esfuerzo.

Según lo que dice Cohen, la CWA concentrará sus esfuerzos en seis o siete estados, entre ellos, muy significativamente, Louisiana y Mississippi. El sindicato tiene gran presencia en esos estados y anteriormente había colaborado exitosamente con el Sindicato de Obreros Siderúrgicos en ambos estados para elegir a demócratas al Congreso en distritos que habían sido dominados por mucho tiempo por los republicanos. En grandes áreas de Louisiana y Mississippi, la membresía conjunta de los dos sindicatos constituye una mayoría de los votantes sindicalizados.

Los otros estados que recibirán atención de parte de la CWA son Virginia, Ohio, Michigan y Kentucky.

Ya han comenzado los Siderúrgicos a lo que serán, según ellos, unas 30.000 mil o más visitas de activistas sindicales a lugares de trabajo, para platicar directamente con los obreros sobre las posiciones de Obama. Se subrayan sus propuestas por una política de comercio justo y por la creación de millones de trabajos de fábrica “verdes” bien pagados. Se refieren a trabajos como fabricación de pilas solares, molinos de viento tamaño industrial que proporcionan energía a turbinas eléctricas, y motores híbridos de automóvil.

El Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, por sus siglas en ingles), el sindicato más grande de Cambiar para Ganar, votó en su convención del 2 al 4 de junio en San Juan, Puerto Rico, por desembolsar $85 millones para la campaña del otoño por elegir a Obama y a una mayoría demócrata aun más amplia en el Congreso.

Se gastarán otros $55 millones en una campaña electoral que busca la creación de un “plan nacional universal, integral y asequible de cuidado de salud” según una declaración divulgada por la unión laboral después de la convención.

En una movida única, votó la SEIU por gastar $10 millones para montar campañas en contra de legisladores a cualquier nivel que se reniegan a promesas hechas al movimiento sindical.

El sindicato de mineros ya han rechazado en absoluto cualquier idea de que Obama tendrá problemas entre hombres anglosajones de clase obrera, el mayor grupo demográfico entre su membresía. Anunciaron que ya han comenzado a comunicarse, o por correo o en el trabajo, con cada uno de sus 105.000 integrantes y los jubilados, buscando mostrarles a sus integrantes de que corresponden todas las mayores posiciones de Obama, en especial las de cuidado de salud, con las posiciones del sindicato.

Los Tronquistas, otra integrante de Cambiar para Ganar, anunciaron el 4 de junio que ya empezaron una estrategia de organizar en “estados claves” a favor de la campaña de Obama. Cuando se le pidió al presidente de los Tronquiestas, James Hoffa, nombrar a los estados, dijo él, “Ohio, Ohio, y Ohio”.

Pero el esfuerzo de los Tronquistas es en realidad a nivel nacional, y al igual que los Obreros Siderúrgicos, tiene su enfoque en los estados industriales del centro y noreste del país. Dicen los Tronquistas que habrá un esfuerzo especial en Missouri, estado importante que está en contienda en estas elecciones.

Hablando de la campaña de los Tronquistas a favor de Obama, Hoffa declaró, “Vamos a motivar a nuestros miembros, vamos a motivar a sus esposas, vamos a motivar a sus familias, vamos a motivar a sus abuelas y abuelos a que salgan a votar por Obama y por todos nuestros candidatos. Yo les digo a ellos no están votando por Obama, sino que están votando por si mismos”.