Bush hace campaña de miedo para ganar elecciones

Los editoriales a través del país condenaron a las palabras del presidente George Bush, secretario de Defensa Donald Rumsfield, y el vicepresidente Dick Cheney y otros oficiales de la administración como vergonzosos, politiquería barata, metiendo miedo, entre otras. La administración Bush parece haber entrado en una ofensiva política en donde hacen conexiones con la guerra en Irak y la Segunda Guerra Mundial contra los nazis y acusando a los demócratas de “apaciguamiento”.

Al acercarnos al quinto aniversario de los atentados del 11 de septiembre, la continua violencia en Irak, y las próximas elecciones, la campaña de Bush-Cheney-Rumsfeld se está criticando como un esfuerzo motivado por la política electoral partidista para confundir y meterle miedo a los votantes en busca de mantener el control republicano en el Congreso.

Los ardientes editoriales y unas cuantas encuestas muestran que los esfuerzos de la administración de ganarse el público con estas tácticas e intimidar a la oposición no va ser nada fácil.

El 30 de agosto, antes de la llegada de Bush a Salt Lake City para pronunciar un discurso en la convención del grupo de veteranos la Legión Americana, el alcalde Rocky Anderson, un demócrata, encabezó una marcha de más de dos mil manifestantes contra Bush a través de la ciudad. Anderson tildó a Bush de “presidente deshonesto, bélico, y violador de derechos humanos”. En el 2004, Utah le dio a Bush el margen de victoria más grande de todos los estados.

En un editorial del 31 de agosto, el diario Salt Lake Tribune dijo, “En sus comentarios a la convención de la Legión Americana esta semana ... Bush y los miembros de su gabinete estaban claro que sus esfuerzos son por aumentar los números de los sondeos y, aun más importante, mantener el control republicano del Congreso este noviembre se basará en una campaña de temor”.

El diario criticó a “un gobierno que busca mantenerse en el poder, no uniéndonos, sino haciéndonos tener miedo”.

El Courier-Journal de Louisville, Kentucky, dice, “El recurrir el presidente a su viejo coro de pelear contra ellos allá o pelear contra ellos acá es casi cosa de loco. Él mismo admite que Irak no tuvo nada que ver con el 11 de septiembre”.

El St. Louis Post-Dispatch comentó, “A nadie se le permite retar esta versión de la realidad, si no quiere que lo tilden de un medio antiamericano engañado por la siniestra maquinaria de publicidad terrorista”.

El Minneapolis Star-Tribune dijo en un editorial del 1 de septiembre, “Desde los días antirojos de los 1950s, los republicanos han encontrado sus votos exagerando las amenazas foráneas, jugando con el miedo a los subversivos e invasores y tildando a sus críticos de ser blandito con el ‘ismo’ del momento”.

“Es una estrategia cínica, especialmente para una administración que ha fracasado tan profundamente en montar una estrategia integral contra la verdadera amenaza terrorista”.

En su discurso ante la Legión Americana, Bush argumentaba que la ocupación de Irak “es el frente central” en la guerra global contra el terror, incluyendo los terroristas contra las Torres Gemelas y los “terroristas domésticos” que “viven tranquilamente en las sociedades libres que ellos buscan destruir”.

“Como veteranos ustedes han visto este tipo de enemigo antes. Ellos son los sucesores a los fascistas, a los nazis, a los comunistas y otros totalitarios del Siglo 20”.

“La guerra que peleamos hoy es más que un conflicto militar. Es la batalla decisiva idelógica del Siglo 21”, declaró Bush. “Si dejamos la pelea en las calles de Bagdad, enfrentaremos a los terroristas en las calles de nuestras propias ciudades”.

En un discurso en la misma convención dos días anterior, Rumsfeld habló de “un sentimiento” que “tomó raíz” después de la Primera Guerra Mundial que las “crecientes amenazas ... pueden ser apaciguadas”. Él dijo, “Algunas naciones trataron de negociar una paz separada”.

La nueva campaña parece reflejar la preocupación de la administración Bush sobre las reclamaciones crecientes por una “paz separada” para retirar a EEUU de Irak.

Los sondeos muestran que el apoyo por la guerra en Irak está lo más bajo que ha estado, con casi dos tercios de la población oponiéndose. En una encuesta de Prensa Asociada-Ipsos, 60 por ciento del país piensan que la guerra en Irak aumenta la posibilidad de un atentado terrorista contra el país. Otro sondeo enseña que 51 por ciento rechazan la idea de que la guerra en Irak es parte de una guerra contra el terror.

En una carta abierta al presidente Bush, el Día del Trabajo, el senador Harry Reid, líder de la minoría demócrata en el Senado, Nancy Pelosi, líder de la minoría en la Cámara, y diez otros legisladores demócratas exigieron “el

empezar de un despliegue en fases de las fuerzas estadounidenses de Irak antes del fin del año”. Estos también exigieron el despido de Rumsfeld.

Judith Le Blanc, copresidenta de Unidos por la Paz y Justicia, participó en una delegación de paz que se reunió con miembros del Parlamento iraquí el mes pasado en Cisjordania. Ella dijo que los iraquíes, que representaban varias tendencias sunitas y chiitas, le dijo al grupo que lo que quieren es que los estadounidenses tome la decisión de retirarse. Una vez eso pasa, los pasos se pueden organizar para el retiro de tropas, la reconciliación nacional, y la reconstrucción de la economía, estos dijeron.

El Congreso está bajo presión creciente para programar el retiro, dijo Le Blanc. “Los republicanos son el partido que ha estado empujando esta guerra”, ella dijo. “Un cambio en el balance de fuerzas en el Congreso” enviará un mensaje que la gente quiere un fin a la ocupación.