El desempleo y la guerra causan la ira del obrero

Ocho mil trabajadores de Pillowtex perdieron sus empleos hace un año cuando se cerró la fábrica gigantesca de textiles. La mayoría sigue desocupada y está al punto de agotar sus pagos de seguro de desempleo. El otoño pasado, 43 por ciento de ellos ya estaban atrasados en sus pagos de renta o hipotecas de sus casas, y 10 por ciento ya habían recibido anuncios de que les iban a echar de sus hogares. Noventa y tres por ciento dicen que no pueden hallar cuidado de salud costeable.

Joan Morton de Eden, Carolina del Norte, antigua presidente del filial del sindicato UNITE que agrupaba los empleados de Pillowtex, era una de varios ex trabajadores de Pillowtex que contaron sus historias a John Edwards, candidato demócrata de vicepresidente, en la sesión del Consejo Ejecutivo de la AFL-CIO en Chicago esta semana.

Los últimos reportes del gobierno solo confirman lo que Morton y otros norteamericanos ya sabían. Bajo las políticas pro-patronales de Bush, las cosas van de mal en peor para las familias de la clase trabajadora. “Bush ha hecho una confusión total de todo”, dijo Gerald McEntee, presidente de AFSCME, en Chicago.

Para responder, los sindicatos norteamericanos han suspendido toda actividad rutinaria, dijo John Sweeney, presidente de la AFL-CIO a la prensa el 10 de agosto. Cientos de empleados de la federación laboral se han unido con miles de voluntarios de la membracía y han salido a tocar puertas en todo el país. Cifras del Departamento de Trabajo indican que en julio la creación de empleos nuevos estaba estancada, y el número de trabajadores que están perdiendo sus empleos está a un nivel record. En julio, había 1,7 millones de estos trabajadores sin empleo, en comparación con 660.000 en enero de 2001. Para los trabajadores cesados que tuvieron la buena suerte de encontrar otro empleo, en 57 por ciento de los casos, el pago del nuevo trabajo era menos, con un pago semanal mediano 16 por ciento más bajo que en el empleo anterior.

Al nivel nacional, se reportaron solo 32.000 empleos nuevos en todo el país, despues de apenas 78.000 en junio. Esto burla a la promesa del Presidente Bush de que los recortes de impuestos de los ricos en 2003 iban a producir 5,5 millones de trabajos nuevos este año, o sea 306.000 por mes. El mayor aumento de trabajos era en empleos con pago bajo y sin beneficios.

Se ha aumentado el desempleo entre afronorteamericanos y latinos. De cada 10 afroamericanos, uno carece de trabajo, y de cada 14 latinos, uno no tiene trabajo. La cifra total de desempleo sigue siendo 5,5 por ciento, sin cambio alguno.

Para los que tienen trabajo, los pagos no se mantienen a par con la inflación. Los pagos reales por hora o por semana ya son mas bajos que el noviembre de 2001, cuando se supone que la economía empezaba a “recuperarse”, de acuerdo con un reporte del Instituto de Política Economica.

La inseguridad económica, la crisis de cuidado de salud, y el aumento de descontento sobre la guerra en Irak, producen mucha frustración que a su vez insta mucha actividad política anti-Bush en toda la nación.

“No es una cosa nada mas”, dice el director de Servicios Comunitarios de la AFL-CIO en Arizona, Jim Watson. “Es el derecho del pueblo de defender a los pagos de horas extras, es el programa ‘Ningun Niño Dejado Atras’ — hay mucha hipocresía en esta administración”.

Watson dice que la manufactura en Arizona, basada en las minas, ha sido fuertemente golpeada, y los trabajos mal pagados y temporales que han crecido en la zona constituyen centros de explotación.

Las familias de la clase trabajadora, desocupados y los parcialmente ocupados, no pueden pagar sus cuentas de luz y no reciben ninguna ayuda para pagar para sus viviendas, dijo Watson a Nuestro Mundo. Las cifras de desempleo del gobierno no incluyen a gente que han abandonado el esfuerzo infructuoso de conseguir trabajo, que han agotado el seguro de desempleo, o que ya no se cuenta más, dijo.

El activista Joe Bernick dijo al Mundo que en Tucson, Arizona en donde vive, los barrios de clase trabajadora están llenos de personas de distintas organizaciones que andan inscribiendo votantes.

Sin importarles el calor de hasta 35 grados Celsius de agosto en Tucson, los miembros sindicales andan puerta en puerta, hablando con las familias sindicales sobre las elecciones, educandolas sobre lo que está en juego el 2 de noviembre. El 21 de agosto, el congresista Raul Grijalva y dirigentes sindicales tienen programado una actividad para las familias de la clase trabajadora para movilizar la base.

Watson, coordinador sindical para las elecciones de 2004, percibe un gran aumento en el nivel de interés en las elecciones de este año, con el crecimiento de más voluntarios. “El pueblo ya se encuentraz harto”, dijo. “No cree que esta administración ha cumplido con sus promesas”. La elección del 2002 de Grijalva y de la gobernadora Janet Napolitano les ha enseñado que su vota cuenta, dijo Watson.

En Ohio, activistas jóvenes están organizado giras en el otoño por omnibus, visitan colegios y universidades para promover la participación electoral de la juventud. Angie Woodson, coordinadora de la Asamblea de Hip-Hop, el asunto que mas destaca para su generación es la guerra en Irak. Se dan cuenta que el costo de la guerra va a producir recortes en fondos para la educación y aumentos de colegiatura, y se preocupan por una posible re-introducción de la conscripción militar. “Siguen estudiando porque no hay trabajos. No saben como van a pagar sus préstamos de estudios. Están asustados y enojados”, dice.

La generación Hip Hop que incluye a los 18 a 40 años de edad va mas allá. “Tiene un efecto arco-iris”, dice Woodson. La música atrae a personas de todas razas y clases sociales, desde ex-prisoneros a estudiantes de secundaria y universidad”. El grupo multi-racial de Ohio cuenta con 68 integrantes que organiza en cada ciudad en el estado, dice. Es parte de un movimiento activista de “Hip Hop” que llamó la atención de todo el país con una convención nacional en junio en Newark, New Jersey. El 19 de agosto, se va a anunciar una agenda nacional en una conferencia de prensa. “El nivel de entusiasmo y energía es fenomenal”, dijo Woodson.

Se puede comunicar con la autora a suewebb@pww.org. Roberta Wood contribuyó a este artículo.