El racismo de la crisis económica

(Primera de dos partes)

Como el Congreso va debatiendo su plan de recuperación económica, es importante que nos recordemos porqué es que el país de ha metido en el lío en que se encuentra: Las prácticas motivadas por consideraciones de raza que han tenido los bancos y compañías de hipotecas de Wall Street, que dirigieron prestamos discriminatorios e injustos a las familias afronorteamericanas y latinas.

Como la mayor parte de los fondos aprobados por el Congreso para ayudar a los dueños de casas todavía no ha sido repartida, las historias de estos dueños deben mantenerse en mente.

En 2008 la Liga Urbana, la NAACP y el Grupo de Congresistas Negros enfocaron su atención a este asunto, enfocando mayor atención a él en sus conferencias anuales. Mientras la campaña electoral se intensificaba en el otoño, se evitaba mencionar el asunto, excepto por las críticas del candidato John McCain sobre lo que llamó el “mal manejo” de las compañías hipotecarias fundadas por el gobierno federal, Fannie Mae y Freddie Mac, además de los comentarios sarcásticos de demagogos como Anne Coulter que intentaron echarle la culpa a las familias afronorteamericanas y latinas por el desastre.

Pero como acusaron las organizaciones pro derechos civiles en el verano, tenemos que hacer caso de las raíces racistas del desastre de las hipotecas riesgosas.

“Foreclosed” [Embargado] es una investigación excelente hecha por la organización “United for a Fair Economy” [Unidos en Pro de una Economía Justa] sobre las hipotecas extinguidas.

Este reporte señala varias indicaciones, inclusive el número desproporcionado de personas de razas minoritarias que tenían esas hipotecas raquíticos. Más de 50 por ciento de las hipotecas conseguidas por familias afronorteamericanas son de esta clase de préstamos de alto riesgo, en el caso de los latinos esa cifra llega a 40 por ciento.

Estos porcentajes elevados tienen consecuencias económicas muy serias. “Ya que la gente de color constituye un número fuera de proporción de los que tienen hipotecas de alto riesgo y que los bienes de este sector se concentran principalmente en sus casas, la actual crisis de las hipotecas se puede considerar como la mayor pérdida de bienes que las comunidades y familias de color han aguantado en la historia norteamericana moderna”, de acuerdo a los autores de “Foreclosed”.

Los afrosnorteamericanos y latinos van a perder entre $164 mil millones y $213 mil millones en los préstamos que han conseguido en los últimos ocho años.





Raza y la Burbuja Especulativa de Bienes Raíces

Los números desproporcionados de afronorteamericanos y latinos con hipotecas de baja calidad, solo son parte de la explicación. La pregunta central es el ¿Por qué? ¿Fueron los porcentajes más altos entre minorías simplemente el resultado de la pobreza continua de esos sectores, o hubo algo aun más profundo de por qué? La política de la administración de George Bush nos da pistas importantes.

Recordamos que estas hipotecas riesgosas de alto riesgo supuestamente deben haberse establecidas y promovidas como parte de un plan de parte del gobierno y las corporaciones para ayudar a las familias de clase trabajadora que tenían un historial negativo de crédito. Pero hubo otra cosa involucrada en este proceso.

De hecho la proliferación de este tipo de préstamo tuvo su origen en las secuelas del reventón de la burbuja especulativa de las compañías basadas en el Internet. Cuando aquella burbuja se reventó, los especuladores transfirieron sus actividades al mercado de viviendas. Como Robert Shiller, catedrático en política económica en la Universidad de Yale, señaló en 2005 “Una vez que se habían caído los valores de las acciones en la bolsa de valores, bienes raíces se convirtieron en la salida principal para el frenesí especulativo que había empezado en la bolsa. ¿En qué otro sector podían los especuladores ejercer sus nuevos talentos comerciales?”

Tal como resultaron las cosas, no fue simplemente el caso de que los inversionistas habían descubierto un nuevo mercado lucrativo, sino que también estaban impulsados de hacerlo por la política fiscal del gobierno federal. Los banqueros, que tenían el problema de que sus ganancias iban bajando porque las tasas de intereses de prestamos a plazos largos eran muy bajas, y porque mucha gente no podía comprar inmobiliarios por razón de los precios altos y salarios bajos, inventaron la estrategia de ofrecer préstamos con cuotas ocultas y tasas de intereses que aumentaban bastante durante la vida del préstamo, pensando así aumentar sus ganancias explotando a consumidores no informadas que no sospechaban una trampa. Así nació la crisis de los préstamos de alto riesgo.

Joe Sims es el redactor de la revista “Political Affair”.