Lucha de clase en Cumbre ONU

JOHANESBURGO – Miles de manifestantes marcharon a la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible el 28 de agosto para llamar la atención de los jefes de estados reunidos aquí sobre una multitud de cuestiones que van de aceso a agua potable, tierra para los sin tierra, soberanía para Palestina, y la necesidad de fuentes renovables de energía. La protesta empezó en Alexandra, un municipio negro de más de medio millón de habitantes afueras de Johanesburgo.

Alexandra es un baluarte del Congreso Nacional Africano y de donde han venido muchos dirigentes de hoy y del ayer del Congreso. Residentes de este municipio levantaron una escultura en la forma de un robot metálico con un letrero que decía “No dejen que las grandes empresas dominen”.

Los oficiales de Estados Unidos estaban casi solos en promover el punto de vista de las grandes empresas sobre la globalización, comercio y aceso a los mercados, subsidios, financiamiento para el desarrollo, energía, agua y la sanidad.

Los representantes de la administración Bush querían que se define la globalización como algo que beneficia a todos, mientras que los países subdesarollados y la Unión Europea decían que se debe hacer algo equitativo porque no todos los países están sacando beneficios.

Muchos grupos comunitarios y ambientales en la Cumbre protestaron fuertemente lo que ellos vieron como el secuestro de la agenda de la Cumbre por las grandes corporaciones y la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Tony Juniper del grupo ambiental Amigos de la Tierra dijo, “En vez de desarrollar un movimiento nuevo en la Cumbre, la sociedad civil tiene la difícil tarea de defender la Cumbre de la OMC. La idea poderosa de eradicar a la pobreza y proteger el ambiente está siendo subordinado por el libre comercio”.

En la cuestión de comercio y el acceso a los mercados, EEUU y la Unión Europea presentaron lo que llamaron un “compromiso”, ofreciendo acceso a los mercados en cambio por “buen gobierno”. Cuba y otros países protestaron fuertemente a tal palabras, viéndolas dirigidas contra ellos.

Tiempos límites y horarios para implementar las decisiones hecha en la reunión internacional fueron temas claves en la Cumbre.

Para evitar que los acuerdos sean obligatorios para los países, los oficiales de Bush, encabezados por el secretario de Estado, Colin Powell, propusieron “asociaciones” entre negocios, gobiernos locales y grupos comunitarios. El enfoque en la Cumbre de Rio de Janeiro, hace 10 años, fue de hacer acuerdos de gobierno a gobierno. Representantes de las corporaciones rotundamente rechazaron tal fines, insistiendo que eran “barreras al libre comercio”.

Una de las dos marchas que fueron organizadas amenazó con interrumpir la conferencia. Esta fue encabezada por el activista anti apartheid, el profesor Dennis Brutus de los Movimientos Sociales Indaba.

Blade Nzimande, secretario general del Partido Comunista Sudafricano (PCS), dijo que había una necesidad de dialogar con las fuerzas políticas en la Cumbre en vez de tratar de interrumpirla.

La otra marcha fue auspiciado por el Foro Global que reune a la mayoría de las Organizaciones No Gubernamental. Esta marcha contaba con el pleno apoyo de la alianza gobernadora de Sudáfrica, compuesto por el Congreso, el PCA y el Congreso de Sindicatos Sudafricano.

Infortunadamente la Coalición de Organizaciones No Gubernamental Sudafricana se opuso a la presencia de partidos políticos en la marcha y llamó por un boicot de la protesta.

Nzimande llamó por la unidad diciendo, “Tenemos una lucha común ... Estas cuestiones nos afectan a todos. No podemos aceptar maneras sectarias de trabajar, que son una receta para el fracaso.”

Antes de la marcha el Congreso auspició una manifestación en Alexandra. Los oradores en esa manifestación, uno tras otro, exigieron la autodeterminación palestina y el fin del bloqueo contra Cuba. Hasta el presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, hizo un llamado en favor de Palestina y Cuba.

Mbeki dijo antes los manifestantes, “Si la Cumbre no se dirige a las necesidades de los pobres, ¿para qué sirve?” El presidente continuó, “La gente de Alexandra quiere los mismo que otra gente por todo el globo: servicios médicos, empleo, agua, sanidad, y una educación buena”.

Mbeki declaró, “No hay razón para que los pobres del mundo sean pobres para siempre”.