Estudiantes apoyan a trabajadores

Por varios años jóvenes y estudiantes se han envuelto más activo en las luchas por mejores sueldos, organización sindical, campañas contra talleres explotadores y protestas contra la globalización capitalista.

Muchas veces los jóvenes y estudiantes han tomado la iniciativa en las universidades para forzar a la administración cumplir con un código de conducta ética.

En abril del 2001, como parte de la Campaña para Justicia para Limpiadores de Harvard, estudiantes hicieron una protesta ocupando oficinas universitarias por 21 día en apoyo a los empleados representados por el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU por sis siglas en inglés). Frank Morley, un limpiador en Harvard dijo que la universidad “nos paga sueldos de pobreza.” La Universidad de Harvard es la segunda más rica institución sin motivos de lucro.

Entre el 1994 y el 2001 los sueldos de los limpiadores de Harvard bajaron un 30 por ciento y dos tercios de todos los limpiadores de Harvard no podían pagar por el seguro médico. Muchos tenían dos o tres trabajos.

En 1998 Harvard rechazó adoptar unas normas de sueldo similar a la de la ciudad de Cambridge, donde Harvard está ubicada.

Para el febrero del 2002, Harvard acordó firmar un nuevo pacto laboral y los limpiadores recibieron un “aumento inmediato” subiendo sus sueldos a más de la norma establecida por Cambridge. Para el 2005 ellos ganarán $14 por hora. Como parte de acuerdo los limpiadores también recibirán seguro médico para ellos y sus familias.

“Cuando suficiente gente se unen,” dijo Morley, “ellos pueden hacer cualquier cosa.”

Mientras la campaña de Justicia para los Limpiadores de Harvard se enfocaba en las condiciones inmediata, otras iniciativas estudiantiles han unido a los estudiantes y los sindicatos en formas diferente.

Nuevas iniciativas como la Federación Laboral Juvenil (FLY por sus siglas en inglés) y el Proyecto de Acción Estudiantil Laboral (SLAP – siglas en inglés) se enfocan en problemas inmediatos. Pero cierran la división entre estudiantes y trabajadores en diferentes maneras.

Julia Beatty, coordinadora para de Nueva York para el SLAP, dijo, “estamos fomentando relaciones para el largo plazo con la esperanza de que los estudiantes sean partidarios activos de campañas organizadoras de los sindicatos en las universidad y la cercana comunidad.”

De acuerdo a Beatty, SLAP, fundado en el 1999 por Trabajo con Justicia y la Asociación Estadounidense de Estudiantes, ayuda fomentar las relaciones para bregar con los problemas que afectan a los estudiantes y los sindicalistas.

Esto es muy importante, especialmente para la juventud que tiene poca experiencia con los sindicatos. “Nada existía a nivel nacional para conectar a la juventud y los estudiantes con los sindicatos,” dijo Beatty.

Una cosa que hace único al SLAP es su capacidad de traer “recursos, personal y entrenamiento” de los sindicatos a las campañas en las universidades. Nacionalmente, sindicatos como SEIU y de los hoteles y restaurantes, de la industria de la aguja, y trabajadores de comunicación entre otros, juegan un papel importante en fomentar “actividad laboral que apoya a los estudiantes,” como dijo Beatty.

El SLAP de la ciudad de Nueva York actualmente está movilizando respaldo de los sindicatos para luchar contra otra serie de aumento a la matrícula en la Universidad de la Ciudad, que pueden forzar a miles de estudiantes que dejen la universidad. De acuerdo a Beatty, 29 mil estudiantes no pudieron seguir estudiando después de que alzaron la matrícula la última vez.

Mientras que el SLAP se enfoca principalmente en organizar a los jóvenes por los problemas que le afectan a ellos como estudiantes, la FLY se enfoca en organizar a los jóvenes dirigiéndose a los problemas que los afectan como trabajadores.

Aunque la AFL-CIO ha endosado y apoya a grupos como la Coalición de Sindicalistas Negros y la Coalición de Mujeres Sindicalistas, hasta recientemente no ha hecho lo mismo con los trabajadores jóvenes.

FLY, fundado el pasado enero, como la organización juvenil oficial de la AFL-CIO del Condado de Harris en Tejas, señala el empezar de una tendencia de reexaminar la importancia de organizar a los obreros jóvenes.

“Hay toneladas de trabajadores jóvenes, sindicalistas jóvenes y organizadores jóvenes,” dijo Miles Rodríguez, coordinador de FLY. “Pero, los trabajadores jóvenes no están organizados. Los trabajadores jóvenes tienen razones diferentes para trabajar. Y ellos necesitan una manera especial para dirigirse a los problemas que los trabajadores jóvenes tienen.”

Una de las maneras en que la FLY se dirige a los problemas de los trabajadores jóvenes fue auspiciando la Escuela de Sindicalistas Jóvenes.

La primera escuela de FLY, que tomó lugar el pasado septiembre, fue una actividad un día con 40 jóvenes sindicalistas. No solo se enfocó en los fundamentos de organizar, desarrollo de liderazgo, ley laboral y los derechos laborales, también se enfocó en traer a todos los trabajadores jóvenes juntos.

Aunque muchos estudiantes son trabajadores, la FLY no se considera una organización estudiantil-laboral. Organizar a estudiantes que trabajan se ve como parte de la estrategia total de “incluir a la juventud en el movimiento laboral,” dijo Rodríguez. Añadiendo que “el fin que busca la AFL-CIO es el de organizar a los a los no organizados. Y los jóvenes son parte de eso.”

Aunque el SLAP y la FLY se dirige a los problemas de los estudiantes, los jóvenes y la solidaridad laboral de manera diferente, ambos se enfocan en luchar por las cosas que afectan a la gente joven.

Se puede comunicar con el escritor al tonypec@pww.org.