Masacres de civiles en Irak

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La masacre de civiles iraquíes, incluso de mujeres y niños, perpetrada por tropas norteamericanas en Haditha como en otras partes está trayendo repercusiones de gran envergadura tanto para Irak que para EEUU.

Los incidentes incluyen a la muerte de 24 personas en Haditha el noviembre pasado, de 11 en Ishaqi en marzo, la muerte a tiros de dos mujeres, una de ellas embarazada, y el asesinato premeditado de un hombre al oeste de Bagdad en abril.

El Pentágono se ha visto obligado a comenzar investigaciones debido a reportajes periodísticos y vídeos que muestran que tropas norteamericanas habían matado a tiros a civiles en sangre fría, y que la jerarquía militar lo encubrió o hizo caso omiso de los asesinatos.

Sin embargo, hay dudas entre muchos de que el alto mando sea obligado a rendir cuentas.

El senador Jack Reed (demócrata por Rhode Island), miembro de la Comisión sobre las Fuerzas Armadas del Senado, preguntó si la administración va tratar de “decir que fueron unos pocos Marines o unos pocos soldados”, o si “se darán cuenta que es parte de un problema sistemático aun más grande”.

“Quien metió a estos soldados a esa situación es George Bush”, declaró a Nuestro Mundo Celeste Zappala, madre del soldado Sherwood Baker, caído en Irak en el 2004. “Creo yo que es el colmo de la hipocresía hablar de como los van a traer antes los tribunales. Me gustaría ver a que lleven a George Bush ante los tribunales por haber emprendido a esta guerra tan terrible e inmoral”.

Para los iraquíes estas no son tragedias nuevas. El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki dijo que la violencia contra civiles ha llegado a ser un fenómeno normal para las tropas de ocupación, quienes “no respetan al pueblo iraquí”.

“Los aplastan bajo sus vehículos y los matan simplemente por sospechas”, dijo.

Salam Alí, vocero del Partido Comunista Iraquí, dijo que la masacre de Haditha subraya el amplio resentimiento iraquí contra la ocupación norteamericana. “Los norteamericanos se han comportado de una manera arrogante, sin ningún respeto a la vida humana. No es nada nuevo”, dijo Alí. Pero, “con tanta muerte y tanta tragedia todos los días”, añadió, “la gente está entumecida”. En medio de la creciente violencia mueren asesinados entre 40 y 50 iraquíes cada día, y en un solo día de la semana pasada subió el saldo de víctimas a 80.

Dirigentes del gobierno iraquí dicen que van a hacer sus propias investigaciones. Maliki llamó por negociaciones “para redefinir las obligaciones de las fuerzas de la coalición” y dijo que los incidentes afectarían decisiones sobre la continuación de la presencia de las tropas norteamericanas en Irak.

El vicepresidente Tareq al-Hashemi llamó por la formación de “una comisión neutral incluyendo a la ONU y un comité conjunto iraquí-norteamericano” para investigar a los “horrendos crímenes”, y dijo que estos hacen necesario la consideración del “establecimiento de un calendario para el retiro de tropas extranjeras del país”. EEUU y Bretaña se han opuesto fuertemente al establecimiento de un calendario de retiro.

La ocupación norteamericana se basa bajo la Resolución 1546 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada en junio de 2004, que especifica un proceso político llevando a la formación de un gobierno constitucional elegido, después de la cual se vence el “mandato” para la ocupación. Ese proceso ya está competo.

El incidente de Haditha “subraya la necesidad de apresurarnos a poner fin a la ocupación”, dijo Alí. “Ofrece al gobierno iraquí, si es que tiene la voluntad política, una ‘palanca’ para conseguir un nuevo trato basado en un programa de retiro”, mientras tanto se le pone algunos limites a las fuerzas norteamericanas”. Debe ser esto una prioridad para el nuevo gobierno, dijo.

“Lo mas triste de todo es que tarde o temprano la guerra corroe a lo que la gente tiene de humanitario”, dijo Zappala, integrante de la mesa consultiva del grupo “Hablan Claro las Familias ‘Estrella de Oro,’” organización de familiares de tropas norteamericanas caídas en Irak. “Ya estamos viendo a los resultados de los soldados que han dado todo lo que tienen y sin embargo andan en su segundo o tercer despliegue. Sufren del estrés por la terrible situación. Al final van a tener que rendir cuentas por lo que hayan hecho, pero esta administración todavía se niega a tomar responsabilidad”.

“Es una tragedia terrible, terrible. Quisiera que regresen las tropas a casa lo más pronto posible”, dijo ella. “Mientras más nos quedamos allí, más clases de catástrofes habrán”.