Editorial
A nosotros nos alegra el pronunciamiento del presidente estadounidense Barack Obama en contra de las armas nucleares en Praga la semana pasada. Obama dijo que su administración tiene un “compromiso hacia la paz y seguridad de un mundo sin armas nucleares”, agregando que quería “poner un fin a la manera de pensar durante la Guerra Fría”. Nosotros lo aceptamos y le creemos.
Estas palabras son vistas con alegría por las fuerzas de la paz y el progreso social en todo el mundo. En Desde Japón, donde estaba en una visita de estado, el presidente Hugo Chávez alabó las declaraciones de Obama y dijo que Venezuela esta dispuesta para hacer todo lo necesario para que se desmantelen las armas nucleares. Estamos seguros que el otro país progresista de América Latina y el resto del mundo estarán dispuestos hacer lo mismo como los venezolanos.
Elementos que antes eran fieles a una estrategia nuclear como Henry Kissinger, George Schultz y Zbigniew Brzezinski apoyan la eliminación de las armas nucleares.
Sin embargo, existen elementos, incluso en las Fuerzas Armadas, que no comparten con la desnuclearización de Estados Unidos, aunque sí para el resto del mundo. John Bolton, embajador a la ONU durante el gobierno de George W. Bush, llamó las palabras de Obama “utópicas” y se opone a la eliminación de estas armas de destrucción masiva.
Estas diferencias dentro de las altas esferas del poder nos obligan actuar. El pueblo no se puede quedar atrás simplemente esperando que los deseos de Obama se hagan realidad. Como el presidente cubano, Raúl Castro, que Obama “aunque sea un hombre honesto” no puede de por si cambiar el imperialismo. Pero con las luchas del pueblo, tomando en cuenta las diferencias dentro de la clase dominante, podemos ganar reformas, inclusive el desmantelamiento de las armas nucleares.
No importa la dinámica del balance de fuerza para hacer esto una realidad, es obvio que Estados Unidos, único país que usó armas nucleares, tiene que tomar los primeros pasos negociando con países del “club nuclear” y rebajando su arsenal.
Daryl Kimball, director ejecutivo de la Asociación para el Control de Armas, escribió, “Mientras los cínicos y partidarios del status quo nuclear creen que acción hacia un mundo libre de armas nucleares es fantasía, están equivocados. La verdadera fantasía es esperar mejores relaciones estadounidenses-rusas y más compromiso hacia la no proliferación [de armas nucleares] de otros estados sin tomar acción audaz sobre el desarme a través de un marco revitalizado de control armamentista”.
No a las armas nucleares