Pan y rosas en el 2008

Editorial

Rendimos homenaje a la historia, lucha, y logros de mujeres mundialmente en el Día Internacional de la Mujer que se celebrara el 8 de marzo. No es sorpresa que esta celebración comenzó con el movimiento sindical. En 1910, en una conferencia internacional de mujeres socialistas en Copenhagen, Dinamarca, Clara Zetkin, socialista alemana y defensora de la igualdad de la mujer, propuso un día internacional para marcar la manifestación de 15.000 obreras de la industria textil en Nueva York dos años antes, donde la mujeres, en su mayoría inmigrantes o hijas de inmigrantes, reclamaban por mejores condiciones de trabajo y mejor salario, una jornada más corta, el fin de trabajo de menores, el derecho al voto y sindicatos para obreros de la industria textil. Esa lucha tomó como lema “Bread and Roses” – Pan y Rosas. Ese lema inspiró al poeta James Oppenheim escribir su poema del mismo nombre cuando él vio el lema “Queremos pan, pero también queremos rosas” en un letrero que tenía una obrera en la gran huelga del 1912 en Lawrence, Massachusetts. El poema con música se convirtió en uno de los himnos del movimiento femenino a través del mundo.

La propuesta de Zetkin fue adoptada por unanimidad. Hoy en día el 8 de marzo se ha convertido en una celebración internacional por la lucha de igualdad de la mujer, derechos civiles y laborales, justicia social y paz.

A pesar de logros, mujeres todavía ganan menos que los hombres por trabajo comparable, y continúan sufriendo discriminación en educación, salud y otras medidas sociales. Según la AFL-CIO mujeres componen el 39 por ciento de la fuerza laboral del mundo, aun así son el 70 por ciento de la pobreza mundial. Mujeres continúan siendo victimas de la violencia por el mero hecho de ser mujer.

Mujeres trabajadoras enfrentan amenazas particulares, según la AFL-CIO. La mayoría de las mujeres a lo largo del mundo son relegadas a trabajos de baja destreza, bajos ingresos, donde el trabajo es peligroso. También enfrentan discriminación, acoso sexual y abuso físico de parte del patrón.

Carlos Marx dijo que el progreso social puede ser acompasado por la posición social de la mujer obrera. La lucha por obreros en cualquier parte es luchar por mujeres en todas partes. Esa lucha debe comenzar con derechos esenciales semejantes al derecho a organizar y negociar colectivamente y poder trabajar libre de discriminación.

Mujeres están tomando el futuro en sus manos aun más, uniéndose con sindicatos y grupos femeniles, abogando por sus derechos. La AFL-CIO informa que dos de tres nuevos integrantes de sindicatos son mujeres.

Vamos a continuar. Mientras celebramos los logros de las mujeres, hay mucho más que hacer. Vamos asegurarnos que el futuro de toda mujer y niña sea brillante. Y vamos hacer cada día un día internacional de la mujer.