Editorial

Hubieron varias sorpresas en las primarias demócratas de Wisconsin. El senador por Carolina del Norte, John Edwards, salió segundo con votos casi llegando a los del senador por Massachusetts John Kerry. Esto fue gracias a los independientes en esta contienda abierta el 17 de febrero.

Con esta contienda se espera que muchos estén animados a salir y votar en las primarias del 2 de marzo, celebrada en ocho estados: el Super Martes. Hasta el momento el entusiasmo y la unidad contra la ultraderecha mostrada en las primarias son buenas indicaciones para las elecciones generales en noviembre.

Para el ex gobernador Howard Dean, Wisconsin fue el fin. Dean puso muchos recursos en Wisconsin y salió en tercer lugar. Aunque los votos que su campaña recibió fueron muy poco de los que se esperaba al principio, el papel de Dean en las primarias no se debe menospreciar. Él jugó un papel estimulante en las primarias, sentando las bases para el derrocamiento de Bush el 2 de noviembre.

Él y sus partidarios usaron el Internet, teléfonos, y reuniones para envolver a millones, especialmente los que votaron por primera vez, en una cruzada contra Bush. El mensaje antiguerra desde el principio ayudó movilizar este nuevo apoyo para el Partido Demócrata. Él también habló contra el racismo y animó a la unidad multirracial. Él consiguió apoyo importante de los sindicatos.

En todo, el movimiento y el mensaje ayudó empujar a Kerry y Edwards, tomar unas posiciones más combativas y populista, desenmascarando a la política quiebrada del Concilio de Liderazgo Demócrata, que parece una versión liviana de los republicanos.

Después de Iowa, los medios de comunicación atacaron a Dean por su “grito” en su discurso, y los votantes se preocuparon si él tenía la capacidad de ser elegido. Su campaña nunca se recuperó de los ataques.

Algunos piensan que el movimiento de Dean se desbaratará y que sus partidarios no votarán. Nosotros pensamos que los millones que entraron a la contienda por Dean estarán en la lucha hasta la victoria. Esto va más allá de cualquier candidato particular. Simplemente, como han dicho muchos votanes: Cualquiera menos Bush.