El tratado sobre armas firmado por George Bush y Vladimir Putin el 24 de mayo nos lleva más cerca al uso de armas nucleares, advirtieron activistas de paz. Los guerristas del Pentágono so los que se benefician principalmente dijo Bruce Gagnon, coordinador de la Red Global Contra Armas y Energía Nuclear en el Espacio. “No nos debemos dejar engañar por este tratado,” dijo Gagnon a este periódico.
El gobierno de Bush buscaba el “Tratado de Moscú” por razones muy estratégicas según Gagnon. La más importante es que permite al Pentágono poner fondos para desarrollar un sistema de defensa de misiles tipo “Guerra en las Galaxias” y las tal llamadas “armas nucleares de campo de batalla,” a veces llamadas “mini nucleares,” dijo él.
El tratado sigue el plan que recientemente salió al público que busca un arsenal más pequeño y “eficiente” de cabezas nucleares, y el desarrollo de armamentos nucleares que se permitan usar de acuerdo a Scott Lynch, director de comunicaciones de Acción por la Paz.
Lynch dijo que el tratado era “unilaterista” y para relaciones pública. Los recortes que son especificados en el tratado “no son recortes verdaderos. No deshace nada.” El tratado deja a cada país con más que suficiente armas nucleares para “que nunca se acaben” antes de destruir al mundo, él dijo.
El tratado compromete a Estados Unidos y a Rusia a reducir sus arsenales nucleares a 2.200 cabezas nucleares para el año 2012, sin ningún requisito anual para la reducción. En otras palabras, notó Lynch, EEUU puede dejar sin reducir su arsenal todos los años de la administración de Bush o solo hacer reducciones simbólicas. Además, el tratado provee que solo se desarme las cabezas nucleares y no destruirlas. Cada país puede rápidamente rearmar los misiles cuando quiera. Cada país puede revocar el tratado con solo tres meses de notificación al otro cuando quiera y el tratado se vence en el 2012 si no es renovado.
El tratado tiene que ser ratificado por una mayoría de dos tercios del Senado estadounidense. Acción por la Paz está pidiendo que el Senado le añade un “entendimiento” que obligaría a la administración Bush ponerle un plan de reducciones anuales al tratado con los fondos adecuados para que las reducciones tomen lugar. Sin tal medida, dijo Lynch, hay una buena probabilidad que las reducciones limitadas que busca el tratado no sean realizadas.
Kevin Martin, director ejecutivo de Acción por la Paz, dijo en una declaración, “Lejos de poner fin a la amenaza de una guerra nuclear, el presidente Bush le está dando nueva vida a esa amenaza.”
Actualmente, advirtió Martin, el Senado está debatiendo la petición del gobierno por $15,5 millones para unas nuevas armas nucleares que busca destruir blancos enterrados y que probablemente se use en contra de país que no tienen armas nucleares. Esta arma es diseñada para uso en guerra convencional, dijo Lynch. “En desarrollar tal arma,” dijo Lynch. “La administración pone a EEUU en camino a empezar las pruebas nucleares de nuevo – poniendo fin al moratorio impuesto por el padre del presidente actual.”
Mientras tanto, un Campamento de Paz – No a las Guerras en las Galaxias en Fort Greely, Alaska, el 15 de junio protestará en contra de la decisión de la administración Bush de unilateral salir del Tratado contra Misiles Balísticos. La salida, anunciada hace seis meses, tomará efecto el 14 de junio. Esta es la primera vez en la historia moderna que EEUU ha renunciado un acuerdo internacional, dijeron oficiales del gobierno. Esta acción permitirá al gobierno de Bush seguir con la construcción y pruebas del sistema “Guerras en las Galaxias” caro y cuestionable de un punto de vista técnico.
Tratado Bush-Putin aumenta guerra nuclear