Un llamado a la justicia en los campos tabacaleros

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"Los hombres me encontraron un par de botas de goma y un rollo de bolsas de plástico que yo convertí en un poncho para evitar que el rocío de la mañana empapara mi ropa.

"Mi trabajo comenzó a las 7 am, recogiendo capullos de flores, retoños y el deshierbe.

"Se arranca la parte alta del capullo de la flor y los retoños se recogen de las hojas. Los retoños lucen como pequeños brotes de lechuga romana.

"Uno de mis compañeros de trabajo, 'El Niño' , se divorció el año pasado pero sigue siendo un padre responsable, prestando su apoyo a sus cuatro hijos de 17, 16, 12 y 4. Él quiere que los niños reciban educación para que escapen de una vida de trabajos sin futuro en México. Su estadía en los EE.UU. por tanto tiempo destruyó su matrimonio, pero en México la falta de trabajo no le dió otra opción que inscribirse en el programa de trabajadores huéspedes H2A ".

Baldemar Velásquez, fundador y presidente de la Comisión Organizadora de Trabajo Agrícola (FLOC), describió en esta forma el primero de los siete días que pasó el mes pasado como campesino anónimo en la labor del campo. Su objetivo era la de ver de primera mano la situación de los trabajadores del tabaco en Carolina del Norte, en donde se les paga US$7 por día.

Él continuó: "Todo el día me sentía nervioso por la nicotina y el alquitrán. El ' Monstruo Verde ,' como lo conocen aquí, es la intoxicación por la nicotina ingerida a través de la piel. Tuve la suerte de encontrar un par de guantes livianos con agarradera. Duraron un día al final del cual tuve que tirarlos a la basura, porque se pusieron pegajosos y negros después del trabajo ".

Velásquez dijo que en su tercer día de trabajo "el calor era lo más malo que pueda recordar. A las 8 horas, estaba empapado en parte debido a que llevaba puesto el poncho de plástico.

"El sol se sentía como un lanzallamas en la espalda. Los hombres lucían derrotados, respirando por la boca abierta, mostrando los dientes y con la camisa empapada en sudor. La mitad superior de mi pantalón estaba empapado en sudor a las 8:30 am. Es fácil ver por qué los hombres pueden morir de un ataque de corazón".

Dos días después que terminó su tarea las manos de Velázquez todavía estaban hinchadas y llenas de ampollas. Se preocupaba por el tiempo que le tomaría hacer un puño sin "dolores serios".

Los trabajadores del tabaco, dirigida por la FLOC y acompañados por partidarios de los sindicatos y las organizaciones comunitarias, marcharon por las calles de Winston-Salem, Carolina del Norte ayer para exigir un trato justo y justicia.

Dicen ellos que marcharon porque ya hace 3 años que Susan Ivey, director general de Reynolds, la segunda mayor compañía de tabaco de la nación, se niega de plano a reunirse con la FLOC para poner fin a la situación abusiva en los campos de tabaco.

Los trabajadores del tabaco viven en la pobreza, y sufren tanto de la intoxicación de la nicotina como de los efectos de pesticidas y productos químicos letales.

Hay nueve casos documentados de muertes de ataque de corazón por el calor en los campos de Carolina del Norte solo en los últimos dos años.

"Las condiciones que estos trabajadores enfrentan no sólo son una tragedia, sino una desgracia moral oculta a la mayoría de los estadounidenses", dijo Velásquez, prometiendo que "FLOC hará campaña hasta que Reynolds Tobacco se compromete a unirse con nosotros para hacer frente a esta vergüenza nacional".

James Andrews, presidente de AFL-CIO de Carolina del Norte, dijo que el movimiento sindical de los trabajadores en su Estado presta su pleno apoyo al FLOC. "Cada año," dijo Andrews, "miles de trabajadores del tabaco se ven afectados por la enfermedad debido al tabaco verde y por los efectos de sustancias químicas nocivas en las hojas de tabaco. Muchos de estos trabajadores jamás reciben atención médica y la gran mayoría de los trabajadores agrícolas de Carolina del Norte no están cubiertos bajo el seguro de compensación de trabajadores.

La cooperación de la FLOC con el "movimiento sindical tradicional" se extiende mucho más allá de las fronteras de Carolina del Norte. La organización estuvo representada en la convención de AFL-CIO 2009 en Pittsburgh el septiembre pasado.

FLOC representa a miles de trabajadores agrícolas migrantes en su lucha por salarios dignos y mejores condiciones laborales. Cosechan sus integrantes una variedad de productos, como son el tabaco y el tomate.

En 2006, la FLOC ganó reconocimiento sindical para 7.000 trabajadores migrantes en Carolina del Norte. En la actualidad está tratando de organizar a por lo menos 15.000 trabajadores más en ese Estado.

 

Foto: http://www.flickr.com/photos/luckywhitegirl/ / CC BY 2.0