Venezuela: Socialismo del Siglo XXI

En 1999 fueron fundadas, las “misiones,” cooperativas locales educacionales y médicas de base. En ellas trabajan voluntarios comunitarios que promuevan la alfabetización, el cuidado de salud y servicios dentales. Los voluntarios también ayudan con cuestiones de utilización de tierras, la renovación económica y entrenamiento para el trabajo.

Según Chávez, 1,4 millones de gente ya han aprendido leer y escribir dentro de los últimos 18 meses, y 3 millones de venezolanos, antes excluidos de la educación por la pobreza, están buscando una educación superior libre de costo.

El 75 por ciento de la población venezolana recibe cuidado de salud gratuito, muchos de la Misión Barrio Adentro, en la cual 20.000 médicos cubanos prestan servicios en 3.000 consultorios especiales de dos plantas.

Venezuela acaba de comenzar un nuevo programa que manda sin costo a venezolanos pobres a Cuba para la quirurgía óptica. Y miles de estudiantes venezolanos están estudiando medicina en Cuba, y a su vuelta proveerán servicios médicos gratuitos.

El 58 por ciento de los venezolanos sobreviven en menos de $200 al mes. Antes de que fuera elegido Chávez, muchos tuvieron que escoger entre comida y otros gastos. Ahora, un 45 por ciento de la población recibe comida subsidiada de más de 4.000 misiones, programas alimenticios especiales y centros de abasto del gobierno. El gobierno venezolano proporciona equipos de cocina, incluyendo refrigeradores, hornos y otros útiles a las misiones. Mientras los cocineros no son jefes de cocina profesionales, sí asisten a clases de higiene y preparación de comida. Muchas cocinas están ubicados en las cercanías de las clínicas médicas de barrio, en donde las clínicas puedan ayudar asegurar que las comidas estén bien planeadas para cumplir con las necesidades de dieta.

Las cooperativas locales de base de los trabajadores y la reforma agraria son aspectos principales del Socialismo de Siglo 21 en Venezuela. En realidad, ha habido gran crecimiento de cooperativas y el establecimiento de cientos de “núcleos endógenos”, comunidades en donde varias empresas cooperativas trabajan juntas, fabricando productos u ofreciendo servicios que se cumplementan y cooperan uno con otro.

Ya hay más de 90.000 cooperativas en Venezuela. Las ganancias se dividen entre los trabajadores, los socios eligen a sus propios supervisores, y las cuestiones ambientales se monitorean por representantes comunitarios y de los trabajadores. Las cooperativas también se organizan colectivamente como asociaciones de beneficio y ayuda mutua.

El gobierno venezolano provee el capital inicial para la compra de equipos y útiles de oficina y coordina el entrenamiento técnico, capacitándo a residentes de la comunidad para reparar, reconstruir y completar otros trabajos especializados. “Si quieres acabar con la pobreza, tenemos que empoderar a los pobres, no tratarles como limosneros”, dijo Chávez.

Chávez también ha nacionalizado a compañías fracasadas o en bancarrotas, dejando a los trabajadores administrar y trabajar en las industrias de su propia cuenta. Carlos Lanz, presidente de la planta de aluminio venezolano Alcasa en Puerto Ordaz, dijo a reporteros, “La planificación democrática es una palanca tan poderosa que, aun con una tecnología algo anticuada, hemos conseguido aumentar la producción en 11 por ciento”. Añadió, “Esto se trata de los trabajadores controlando la fábrica y por eso es que es un paso hacia el Socialismo del Siglo XXI”. De más de 700 compañías en Venezuela con producción parada, más de 136 están siendo examinadas para la nacionalización.

Más del 65 por ciento de la población urbana no tiene titulos formales para sus terrenos, pero esto va cambiando. Los recién establecidos Comités de Tierra, organismos locales compuestos de 150 a 200 encabezados de casa que llevan acabo revisiones de tierras y establecen títulos de terrenos están redistribuyendo terrenos a los residentes comunitarios y a las familias pobres, la gente que trabaja la tierra. En actualidad hay algunos 5.000 Comités en Venezuela.

La Misión Vuelta al Campo anima a los venezolanos desempleados o pobres a regresar a las zonas rurales en donde se les conceden tierras para la agricultura o ganadería.

Recientemente, Chávez dijo que el gobierno venezolano espera reclamar casi 1,2 millones de acres de tierras agrícolas en 2005, y redistribuirlas. Añadió, “no podemos permitir que la tierra buena permanezca sin cultivar, tampoco podemos hacerlo cuando fábricas perfectamente productivas están cerradas.”

Desde que fue elegido Chávez, Venezuela ha trabajado por la eliminación del analfabetismo, para mejorar al cuidado de salud, para proporcionar comida, empoderar a los trabajadores y redistribuir las tierras. Venezuela también ha desempeñado un papel más y más importante en el mundo, dando ayuda internacional, solidaridad, y “un nuevo camino,” como lo caracterizó Tran Dac Loi, delegado vietnamita al XVI Festival Mundial de la Juventud y de los Estudiantes cuando habló con Nuestro Mundo en Caracas.

Mientras que Cuba socialista sigue siendo el aliado internacional más cercano de Venezuela, Chávez está haciendo muchos amigos en la región y trata de aumentar relaciones comerciales con naciones por todo el mundo. En realidad, el internacionalismo bien puede ser uno de los alcances más grandes de Chávez hasta la fecha. El Socialismo del Siglo XXI1 venezolano no solo ha creado nuevos tratos comerciales de beneficio mutuo por todo el mundo, sino también está proveyendo combustible para calefacción a comunidades pobres aquí en EEUU, especialmente a comunidades de color. Últimamente, la Citgo Petroleum Corp., propiedad del gobierno venezolano, anunció que ofrecerá petróleo de calefacción a comunidades de escasos recursos en Nueva York y Boston a un 40 por ciento debajo del precio de mercado, y que ofrecerá combustible a gran descuento al sistema de tránsito público de Chicago para hacer posible pasajes reducidos para los de bajos recursos.

Bien puede estar estancada la administración Bush en una mentalidad de Guerra Fría, volviéndose loca sobre el “otro sistema” de Chávez, pero el resto del mundo no. Y a pesar de un intentado golpe de estado apoyado por EEUU en 2002, y un referendo sobre su mandato el año pasado, Chávez es más popular que nunca.

Aunque no está claro todavía el futuro de Venezuela, una cosa esté clara: El Socialismo del Siglo XXI de Chávez tiene amplio apoyo entre los venezolanos. De las “dos visiones opuestas,” de Bush, ¡han escogido al socialismo, de manera contundente!