MIAMI — El vicepresidente Joe Biden le dijo a dirigentes sindicales del país que promulgar la Ley de Libre Opción para Empleados es “la única manera de restaurar lo que fue básicamente una ganga en el país – a cambio por su productividad, y por ser la espina dorsal de nuestra economía, los obreros quieren parte” de lo que gana el negocio. Los presidentes de 56 sindicatos y unos cientos más se pusieron de pie para aplaudir. Los sindicalistas estaban en Miami el 5 de marzo durante la clausura de la reunión de la directiva de la AFL-CIO.
“Entre los años 2007 y 2007 hubo un aumento en la productividad del trabajador de 20 por ciento en este país”, declaró Biden. “Basado en eso, durante ese periodo de tiempo, el aumento de ingreso de la familia típica debiera haber aumentado por $10 mil. No obstante, en ese periodo, la familia típica perdió un promedio de $2.000. Esto está mal. Si tienes trabajadores con buenos salarios y buenos beneficios, todo el mundo gana. Es la única manera de arreglar a la economía. La Ley de Libre Opción para Empleados hará esto. Si quieren tener un sindicato, entonces un sindicato es lo tienen derecho de tener”.
El vicepresidente habló de los retos que enfrenta el gobierno Obama. “Ningún presidente en la historia moderan, incluso Roosevelt, fue presentado con tantos problemas serios y complejos, de los cuales todos tienen que ser solucionados simultáneamente – ninguno puede esperar – no las guerras, no el desempleo, no el cuidado de salud”.
Biden dijo que el pueblo había votado en noviembre a favor de “candidatos progresistas, pro trabajador, pro familia, y ahora ellos esperan tener política pro trabajador y pro familia. Cuando el jefe de una corporación gana un promedio de $10 mil más en un día que el trabajador típico gana en un año – eso es algo que tenemos que cambiar. Lo que queremos no es nada más que justicia. Queremos regresar a principios ya establecidos por mucho tiempo. Queremos que se cumplan con las leyes. La Ley Nacional de Relaciones del Trabajo dice ‘es la política de este país animar a las negociaciones colectivas’. Eso es lo que dice la ley”.
Biden dijo sentir “gran orgullo” de la orientación laboral de su gobierno y apuntó a lo que habían hecho en el primer mes que incluye promulgar una ley de pago justo; nombrar a Hilda Solís, “hija de una familia sindical”, como secretaria del Trabajo; acuerdos en proyectos de construcción financiados por el gobierno federal para que incorpore las normas de pago sindical; revocar fundos federales de compañías que usan el dinero para campañas antisindicales; y el estímulo económico de $778 mil millones “que está enfocado en [crear] empleo para reconstruir a nuestras carreteras, puentes, y redes de transporte y comunicación”.
Él criticó a la derecha por decir, “básicamente, el gobierno no debe de hacer nada”.
“Hacer nada no es una opción. Significaría que perderemos otros cinco millones empleos”, dijo el vicepresidente.
Biden también dijo, “en la cuestión de reforma del sistema de salud, ya hemos pasado ese debate de que si tener servicios de salud es un derecho o un privilegio. No vamos a sobrevivir, económicamente, si no hay servicios de salud asequibles para todo norteamericano”. Él dijo que el gobierno de Obama alocar $630 mil millones era “prueba positiva de que tenemos la intención de hacerlo”. Él dijo que “muchos sectores de las grandes compañías está con nosotros en esto. Ellos se dan de cuenta que no pueden competir con negocios en países que ya han tratado con esta cuestión”.
Él dijo que la extensión de cubertura médica para cuatro millones de niños por el gobierno de Obama es otra indicación de las intenciones de la administración.
Biden dijo que poner fin a los descuentos de impuestos a corporaciones que envían trabajo al exterior y pedirle a gente que ganan más de $250.000 anual a que “paguen un poco más” en contribuciones “no es pedir demasiado para estas cosas” que ayudan al país.
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