Por todos los informes el ataque a la base de la CIA en Afganistán ha devastado las operaciones de la agencia en la región. Fueron muertos siete oficiales de la CIA, dos de ellos contratistas de Xe, anteriormente el infame "Blackwater", y seis otros fueron heridos. El Taliban tomó responsabilidad por el atentado.
Aparentemente los muertos tenían años de "experiencia inmediata colectiva". La base Chapman donde el ataque suicida tuvo lugar se califica como "un eje de contraterrorismo por operaciones conjuntas de la CIA, fuerzas militares de Operaciones Especiales y los aliados afganos.
Según el "Wall Street Journal"los operativos de la base manejaban redes de informantes en Afganistán y al otro lado de la frontera en el país vecino, Pakistán. "Esa fue una de las bases donde pagaban a personas, mandándolas a Pakistán," dijo un anterior oficial de la CIA a la WSJ.
Para los norteamericanos que tienen más de 40 años hay muchas memorias de la CIA socavando gobiernos extranjeros y movimientos izquierdistas. Hay también las memorias de ellos manejando el narcotráfico en Viet-Nam y en el sur de Asia, todo hecho en el nombre de combatir el comunismo.
Asimismo sus raíces en Afganistán, donde colaboró con el servicio de inteligencia de Pakistán, ISI, los últimos años de la década de los setenta y a través los ochenta para crear un ejército procurado de extremistas derechistas en vestidura religiosa para luchar contra el gobierno izquierdista Afgani y eventualmente la Unión Soviética. Hoy en día, muchos dicen que estas acciones incipientes de la CIA ayudaron en crear la crisis de seguridad corriente que el gobierno estadounidense pretende solucionar.
Pero este es el año 2010 en el mondo pos el 11 de septiembre, donde los norteamericanos aprendieron de primera mano de la violencia terrorista en el suelo norteamericano. Pues la colección de inteligencia en una región donde hay redes activas de delincuentes dispuestos de atacar los EE.UU. es necesaria según muchos, incluso el presidente Obama.
En presentar su racional para enviar a 30,000 tropas más a Afganistán, el presidente expuso tres objetivos. El primero es derrotar militarmente al-Qaeda y neutralizar el Taliban. El segundo es de adiestrar el ejercito afgani para que pueda tomar responsabilidad. El tercero es de juntarnos con Pakistán contra un "enemigo común".
Sea esta es una estrategia para proteger a los norteamericanos de ataques o no es ahora un sujeto de un debate intensivo entre las fuerzas anti guerras y democráticas en los EE.UU. y a través el mundo, con un énfasis, incluyendo este "website", que tal escalada sólo empeorará la situación.
Como el comentarista de "Foreign Policy in Focus", Conn Hallinan, escribe, los objetivos son imperfectos.
"El aspecto militar del arranque sencillamente no tiene sentido. Según el Asesor Nacional de Seguridad James Jones, al-Queda tiene menos de 100 efectivos en Afganistán, entonces derrotarlo quiere decir encontrar unas agujas en un montón de paja de 400,000 kilómetros cuadrados."
Mirando al objetivo de crear una asociación con Pakistán, Hallinan sostiene que se implica una suposición que ambos países tengan un enemigo terrorista común, pero se basa una ignorancia intencionada o inteligencia sorprendentemente errada.
Parece que los intereses de Pakistán son contradictorios y sus relaciones con los EE.UU. son complejas. Pero, según al menos un experto de la CIA, los intereses sobresalientes que dirigen Pakistán históricamente y hoy en día, son su temor casi patológico de y su obsesión con la India.
Desde la partición sangrienta de la India y la fundación de Pakistán en 1948, después de que los hindúes y los musulmanes juntos quitaran el yugo colonial británico, sus relaciones nunca han sido normales. La India golpeo Pakistán fuertemente militar y políticamente en la guerra de 1971, cuyo resultado fue la creación de un Bangladesh independiente del territorio de Pakistán Oriental. Esta historia ha alterado mucho la política pakistaní.
Un aspecto del interés pakistaní en trabajar con la CIA en los ochenta fue establecer un gobierno pro pakistaní en Afganistán. Así nació el Taliban. Dentro del ISI existía un departamento dedicado solamente al Taliban.
Parece que Pakistán tiene dos caballitos en la carrera. Mantiene sus tropas elites en la frontera con la India y no en la frontera afgani, según el experto de la CIA.
En Irak y Afganistán, las fuerzas norteamericanas están en plena vista. Pero no en Pakistán. Es un conflicto mucha más umbrosa que incluye la CIA operando redes y enviando los aviones teledirigidos para matar "blancos" y civiles igualmente.
No es que la CIA maneja una operación ilegal, dijo el experto sobre la CIA. Está trabajando con el Departamento de Defensa, el Departamento de Estado, la FBI etc., colectando inteligencia humana y electrónica que provea coordenadas para los ataques por aviones teledirigidas. Estos ataques han enfurecida a muchos en Pakistán.
Interesantemente, una cosa que empezó cambiar la actitud pakistaní hacia "combatir el terrorismo" en sus fronteras eran los ataques terroristas dentro el país.
En los años ochenta había un movimiento en los recintos universitarios de abolir la CIA. La agencia había escrito el libro sobre terrorismo y fue implicado en sembrar minas en los puertos nicaragüenses. Incluso yo hablé en una manifestación. Pues, no puedo evitar preguntarme qué se esconde entre las agencias de espionaje, fuerzas geopolíticas, y poder económico y militar.
Ahmed Wali Karzai, Kandahar, Afganistán. Foto por Allauddin Khan/Prensa Asociada.