Habana (PL) El artista estadounidense Wynton Marsalis impresionó hoy a estudiantes y músicos cubanos en una clase magistral, en la que abundó en algunas claves imprescindibles para el jazz: el swing, el blues, las improvisaciones.
C jam blues, de Duke Ellington, fue la primera pieza escogida por el trompetista y la Jazz Lincoln Center Orchestra de Nueva York para desmenuzar los componentes básicos que definen ese género surgido en el siglo XIX en Nueva Orleans.
Al jazz hay que ponerle un sentimiento extra, mucho feeling (sentimiento), mucha alma, explicó. "Uno de sus complementos es el swing, cuya fuerza radica en ser educado y saber escuchar a los demás. Es un estilo que nos invita a contar una historia, a crear nuevas ideas".
El segundo ingrediente de esta historia es el blues, que invita a hablar de los problemas que tienes, a compartir sentimientos difíciles a través de la música, dijo.
Para ilustrarlo, los visitantes brindaron una sesión rítmica en la que cada uno de los instrumentistas se lució.
Luego se refirió a la improvisación, "algo muy excitante que en ocasiones puede llegar a asustar", señaló Marsalis, quien se apoyó en el saxofonista Ted Nash para mostrar lo difícil que puede ser lograr la espontaneidad.
Todos debemos tocar de forma pareja. Si hay tres trompetas, por ejemplo, subrayó, una de ellas debe ser más grave, no podemos dejar que todas sobresalgan a la vez.
Uno de los puntos más altos fue la interpretación de Everyday I have a blues, una canción de Nueva Orleans que reproduce el sonido de las películas norteamericanas de la década del 50.
El músico cerró magistralmente su intervención con una "second line" (segunda línea), una tradición surgida en Nueva Orleans, que terminó en un gran desfile en el que cada quien aportó su talento.
http://www.wyntonmarsalis.org/
Foto: Wynton Marsalis acompañado de los estudiantes realiza durante una visita a Nacional de Cuba de la Escuela de Música de La Habana, Cuba, 8 de octubre. Franklin Reyes A / P