En Bolivia ya está por aprobarse la Ley de Derechos de la Madre tierra, que concederá a la naturaleza los mismos derechos y protecciones que ya gozan los seres humanos, según PV Pulse.
Para los dirigentes de ese país sudamericano, esta legislación es parte de una campaña sin precedentes por promover un cambio significativo en actitudes ambientales que busca parar la destrucción ecológica.
Concederá la legislación nuevos poderes legales al gobierno, permitiéndolo monitorear y controlar la industria en el país.
Creará 11 derechos distintos del medio ambiente, entre ellos "el derecho a la vida y a existir, el derecho de seguir los ciclos y procesos vitales libres de la alteración humana, el derecho al agua pura y al aire limpio, el derecho al balance, el derecho de no sufrir la contaminación, y el derecho de no modificarse ni alterarse genéticamente las estructuras celulares," según un reporte del Huffington Post.
Pero, de los 11 derechos enunciados, la medida que es potencialmente la más controversial para algunos y la más esencial para otros es "el derecho de no ser afectado por proyectos de megainfraestructura y desarrollo que afectan el balance de ecosistemas y a los comunidades locales de habitantes".
El año pasado el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, dijo que "la situación fue seria".
Expresaba Choquehuanca su preocupación por la "insuficiencia de los compromisos de reducción de gases invernaderos hechos por los países desarrollados en el Acuerdo de Copenhague". Alega él que los expertos han pronosticado un aumento de temperaturas de "hasta cuatro grados [centígrados] sobre los niveles preindustriales". Agregó él, "Un aumento de temperatura de más de [solo] un grado centígrado sobre niveles preindustriales provocará la desaparición de nuestros glaciares andinos y la inundación de varias islas y zonas litorales".
Pero quizás no hay ningún defensor del medio ambiente en Bolivia más comprometido que el primer presidente indígena de ese país, Evo Morales. Luchador bien conocido por la protección ambiental, Morales de dirigió a la prensa en 2009 diciendo, "Si deseamos proteger a la humanidad, entonces tenemos que proteger al planeta. Esa es la próxima gran tarea de la ONU".
Las palabras de Morales habían seguido inmediatamente a la resolución de la Asamblea General de la ONU a declarar al 22 de abril como "Día Internacional de la Madre Tierra."
El Partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), tiene una mayoría en ambas cámaras del parlamento. No se espera fuerte oposición a la nueva legislación.
Mientras tanto, Undárico Pinto, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (agrupación que ayudó a escribir la nueva ley) hizo subrayar la importancia de "permitirle al pueblo reglamentar la industria a nivel nacional, regional y local. Las leyes existentes no tienen fuerza suficiente. [Esto] nos ayudará".
El efecto extendido de la ley resulta evidente en las palabras de la activista canadiense Maude Barlow, que dijo que "Va tener una resonancia inmensa por todo el mundo. Va comenzar primero con esos países sureños que tratan de proteger su tierra y su pueblo de la explotación, pero creo que será agarrado por comunidades en otros países, por ejemplo, luchando contra el proyecto de las arenas de brea [tarsands] en Alberta".
Para Bolivia, la preocupación ambiental corre muy a fondo, y dado su lugar en las creencias indígenas allá, la Ley de la Madre Tierra no solo es otro pedazo de legislación, pero más bien una idea de suma significancia.
"Nos enseñaban nuestros abuelitos que pertenecemos a una gran familia de plantas y animales," dijo Choquehuanca. "creemos que todo lo que hay en este planeta forma parte de una gran familia. Con nuestros valores, nosotros, la gente indígena, podemos contribuir a resolver las crisis energéticas, climatológicas, alimentarias y financieras".
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